13.4.08

A veces

A veces quiero tener la calma del bosque. Solamente esperar, sentarme a esperar que las cosas pasen, que lleguen los acontecimientos que tienen que ocurrir en medio del ciclo de la naturaleza.

A veces quiero que pase todo rápido. Escoger, amar, pensar, vivir, sentir, luchar, descansar, soñar. Que todo sea vertiginoso, que no me de cuenta de la rapidez, de la dinámica de la vida.

A veces quiero encontrar el equilibrio de no apurarme, y de no apurar a nadie. De dejar a quienes me rodean con sus ritmos, sus cadencias, sus pasos aletargados o sus trancos veloces, no hacerlos seguirme, porque voy a mi propio ritmo también. Pero necesito a algunos de ellos conmigo. Necesito que me sigan o necesito seguirlos. Necesito, no sólo saber que están ahí para mi, si no que se mueven, para amarme.